viernes, 3 de mayo de 2024

Colección de haikus

 - Pasan las horas

en esta noche brumosa.

Una urraca se posa en la ventana.


- Cierro los ojos.

Escucho el respirar y el latir vital,

y veo implícito el final.


- Se me cae el alma al suelo

cada vez que veo pobredumbre.

Se alza al mirar la luna.


- Ando en total soledad

sobre el pavimento mojado.

Bancos de niebla.


- Parece ser que la tristeza

no ha tardado en presentarse.

Recuerdo a mi abuelo.


- Me desparramo sobre un montón

de mantas desperdigadas,

e imagino que son mi tumba.


- Tumbado sobre la cama,

miro hacía la nada.

Estoy enfermo.


- Abundante rocío

sobre mi sucia camisa.

Lágrimas nocturnas.


- Mi respiración sonando,

y como respuesta,

el silencio.


- Ausencia de sensaciones,

carencia de impresiones.

Todo es oscuridad


- Camino con vaho colgante

de mis labios balbucientes.

Blanca escarcha.


- Fuera, hace frío.

Dentro, demasiado calor.

Solo yo.


- Ante los recuerdos, remordimientos.

Frente al presente, tristeza.

Lucha interna.


- La noche tan silenciosa

como callada la luna,

sólo canta mi corazón.


- Dolores en el estómago

y la melancolía reiterativa.

Ya es año nuevo.


- Enciendo mi ducado

mientras cae la llovizna.

Humo mojado.


- Un poco ebrio

camino por los senderos

de la muerte y los sueños.


- Vaho claro ascendente,

mirada sombría descendente.

Fría madrugada.


- Vigilado, aunque complacido

desde la oscuridad.

Un ente invisible.


- Ecos de pasos

en los oscuros pasillos:

fantasmas conmigo.


- Los párpados pesados,

los brazos petrificados:

Una sombra.


- Sea noche o día,

mil flechas atraviesan

nuestros cuerpos.


- Comienzo con fuerza,

mas según pasa el tiempo

voy decreciendo.


- Brumosos pensamientos 

regentan la mente.

Ahora todo es oscuro.


- Recuerdos ahora presentes

cuando el paisaje

los convierte.


- Entre los libros

diferentes fantasías

me dan otra vida.


- En el largo pasillo

da igual donde se mire,

sólo es oscuridad.


- Estando ciego

no distingo la noche del día.

Tinieblas en mi mente.


- Dirijo mi mirada

hacía mi pecho descubierto:

vacío y quietud.


- La arena iluminada

por los últimos replandores,

y yo, en la quebrada.


- Otra vez enfermo.

Contemplo con impotencia

el enturbiado pasillo.


- Repiquetea la lluvia

en el tejado metálico.

Auspicios melancólicos.


- Cansado, me deslizo

por el mundo

cual hoja olvidada.


- El paseo de noche,

en silencio, incierto.

En mis sueños, resuelto.


- Demasiado ruido

para escuchar la callada

melodía del silencio.


- Dices muchas palabras.

Ojalá callases

para entender su ausencia.


- Ráfagas en el cielo.

Son el sutil reflejo

de mi paisaje interno.


- Ya pronto anochece

sin una sola voz.

Estoy cansado.


- Un suspense en el aire.

El murciélago se retrasa

en su vuelo nocturno.


- Quisiera ser ligero

cual bolsa vacía

desperdigada por el mar.


- Un puzzle sin resolver,

una rueda que gira y gira.

Tengo la cabeza espesa.


- Cierran puertas, ventanas,

ojos y algunas bocas.

Soy yo mismo.


- La noche es una manta

y la luna la nana.

Estoy en mi hogar.


- Campos desiertos

que no conocen fin.

Horizonte de solitarios.


- Hierbas secas, abrojos

y un pájado desperdigado.

Tribulaciones en el paisaje.


- Contemplo las calles

fumando mi ducado al sol.

Estoy borracho.


- Bastante dolido emprendo

 el mismo camino de regreso.

Las sombras me cobijan.


- Cuando la noche aparece

y todo se oscurece

siento consuelo.


- Ojos expectantes

y vaho en los corazones.

Ha llegado la nieve.


- Manos y pisadas estampadas

sobre la nieve acumulada.

Un sello efímero.


- Mirando al vacío

me siento desconcertado.

Debería vivir en el.


- Luminarias pasajeras

se desparraman en la carretera.

Gentes que se despiden.


- Con cada paso,

algo muere y nace.

Mi reflejo se deshace.


- Por donde me muevo:

Una sombra.

Quieto, ya nada.


- Luna velada por sendas

de nubes y de sombras.

Un demonio complacido.


- Es en el silencio,

aún el incómodo

donde más siento al yo.


- Escucho el susurrar

de la lluvia incipiente

hasta desde mi interior colmarme.


- El chillido estridente

del paso de los trenes

es la redención de las ciudades.


- Bebo cerveza y fumo ducados

en esta madrugada anodina.

Adíos a la tristeza.


- Sepulto mis ojos: la noche.

Los abro, y sigue siendo

la misma noche.


- En mis sueños, una sombra.

Indago mirando la luna,

y sé que soy yo mismo.


- Nada que hacer,

nada que decir.

Vivir cual muerto.


- Lo que veo ante mí

es tan irreal e inconsistente

como su misma idea.


- Temblores repentinos

y ese picor en el cuello...

La huella del vampiro


- Tanto silencio, 

aquel grito ahogado...

Es la noche.


- A mis ojos nada llega, 

pero en mis oídos

percibo susurros.


- Un viento violento

está caprichoso.

Quiere decirme algo.


- Otra vez de vuelta

al acostumbrado hogar.

Siento añoranza.


- Los días se deslizan

siempre con idéntico orden.

Preso de la rutina.


- Al recordar la pasada

felicidad, estremecimiento.

Pugna del interior.


- El agua de la lluvia

cae sin perdonar

allí donde se posa.


- Lejos del tráfago mundano

sólo aspiro a la soledad

y al silencioso descanso.


- Demasiadas voces, muchos ruidos.

Quiero alejarme allí

donde callado anochece.


- Desalentado, yo lanzo

una colilla de ducado

a la acera solitaria.


- Gentes que pasan

sin advertir ni por asomo

que sus vidas son nada.


- El viento que nos rodea

hace por un momento

que el yo sea un todos.


- Día primaveral caluroso.

Sólo espero la brisa

que me alivie.


- Leyendo poemas

sobre la hierba a dos voces.

Instantes como versos.


- Pinchazos en la cabeza,

vista cargada de neblina.

Es hora de descansar. 


- Se predispone la mente

a vislumbrar aquello

por lo que no estoy preparado.


- Cantos lejanos

en la primaveral noche.

Pájaros en celo.


- El paisaje detenido

en perpetua quietud.

Una rosa muy sola.


- Una lucha en el cielo

por la pervivencia

de una sola hoja vieja.


- Demasiado dolor

durante el aciago día.

Descanso en la noche.


- Se agitan las ramas

en el turbulento sol.

La luna las alivia.


- Mirando a las gentes

siento distancia y cercanía

como un ave a su presa.


- Fumando y andando

pasa raudo el tiempo,

ajeno a mis cavilaciones.


- Escucho los ronquidos

de mi perro desde lejos.

Sueña como vive.


- Se ha escapado

una estrella esta noche

¿Quién la encontrará?


- Después de haber leído

sostengo el libro

y medito sobre la verdad.


- Veo los mismos rostros

y siento idénticos vacíos.

Esa es la humanidad.


- Deslizan las gentes,

mutan los paisajes.

Soy un vagabundo.


- El olor de la almohada

recíen lavada me reconforta.

Campo de flores.


- Al vivir soñamos la vida,

y al morir despertamos.

El gran misterio.


- Las ilusiones dispersas

cobrarán su sentido unívoco

cuando se cierren las persianas.


- Silencio a la mañana,

silencio del silencio

en las noches lejanas.


- No se escucha nada,

no se ve nada.

He llegado.


- Nos perdemos 

en los sederos

y reconocemos el destino.


- Si al dormir

no despertase mañana

sería una liberación.


- Un encuentro inesperado

llama al recuerdo pasado

y a su redención.


- Es la noche

la que me enseña

que hay otro cielo.


- Cierro los ojos.

Un mundo nuevo

se nos impone.


- Para desterrar las sombras

de la mundanal ignorancia

acude al interior.


- Hay luz tras el velo

que supone el destierro.

Ahí me encontré.


- No mires, no digas,

evita escuchar en demasía.

El saber en silencio palpita.


- Hay más esperanza

en la vela que se apaga

que en la lámpara encendida.


- Aún entristecido

me muestro alegre

cuando acude la luna.


- Silencio del silencio,

entender no entendiendo.

Un enigma.



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