lunes, 13 de junio de 2022

Poemas breves

Vislumbro a través de mi ventana


el paso de transeuntes desconocidos,


y no entiendo nada.

-

Aún a sabiendas del retorno estival


los arboles se mecen por igual.


Valientes moradores.

-

El metro pasaba veloz,


ignorando a sus pasajeros


como a nosotros el tiempo.

-

Me marcho en autobus,


y pienso, con tristeza,


en la constancia rutinaria.

-

La primavera es floración,


luminosidad, renacimiento,


pero también lluvias repentinas.

-

Paso una página del libro,


y, sin querer, me da en la cara.


Una caricia metáforica.

-

El tren abarrotado,


y aún así, silencio.


Lágrimas contenidas.

-

En el cielo habitan las estrellas,


y una de ellas mágica se desplaza.


No, era un avión.

-

Cuando acabo la jornada


siempre me pregunto:


¿Qué estoy haciendo?

-

Visión de ella


sonriendo bajo el árbol.


Felicidad de primavera.

-

Las semillas vuelan,


y quizás, algunas de ellas,


sueñan con regresar.

-

Esos coches que se deslizan


con inmensa prisa por la carretera


¿A dónde irán a parar?

-

En el silencio de la noche


experimento profunda tristeza,


y sobre todo, extrañeza.

-

Todo cuanto me rodea


son libros y polvo,


pensamiento y muerte.

-

Hoy hace un viento agradable.


En mi cueva entran ráfagas,


y hasta se escucha un manantial...

-

Humo de puro


mientras se abren piñones.


Recuerdo a mi abuelo.

-

Triste es la noche


y mi corazón está herido


¡Al mundo llorando maldigo!

-

Con este calor sofocante


sueño con la brisa


y con unas lágrimas de acero

-

Con mirada frénetica,


escruta cosas anodinas


¡Qué tipo más desagradable!

-

El pavimento ardiente,


y los olores malolientes.


Así es la ciudad desfalleciente.

-

Tuve un sueño tan hermoso,


que por un momento,


creí en la verdadera bondad.

-

Cuando cierro los ojos


la naturaleza medita conmigo.


Todo crece y se marchita.

-

En paz y en sosiego,


un aura luminosa palpita


gracias a ese espacio sombrío.

-

El humo del ducado


cual un incensario.


Efímera pureza.

-

Sentados estabamos,


el uno junto al otro.


Una sonrisa y el rocío.

-

Voy de paseo,


y veo todo despejado


excepto por una estela en el cielo.

-

Ruge la tormenta,


las plantas se zarandean


y a lo lejos resuena un eco.

-

Las rosas del jardín


ya han florecido.


Se trata de un dios escondido.

-

No sólo con los ojos


se mira el mundo que nos rodea,


también con el alma se contempla.

-

Las hierbas no cesan de crecer,


mientras que nosotros disminuimos.


Palabras del viento.

-

Con cada paso dado


siempre me acompaña la melancolía


y un eco del pasado.

-

Tras los instantes,


vamos declinando poco a poco


como la charca en la explanada.

-

Cada año mas cercano


al último abismo.


La muerte próxima.

-

Charlas intranscendentes


y falsas sonrisas efímeras.


Así es el parloteo del mundo.

-

Los ignorantes hombres


que se creen eternos


no saben del rocío.

-

Gritos, insultos


y afinada desconfianza


¡Cuanta mundanal decadencia!

-

Todo se pasa


y nada se detiene.


Tránsito hacia la muerte.

-

Profundidad en la lectura,


mundo que se abre,


ante mis ojos; el abismo.

-

Brasas recorren mi interior.


Algunas afloran al exterior,


otras esperan en quietud.

-

Recuerdo los días pasados


y desespero por los venideros.


Un sucederse sin fin.

-

Ella no cesa de reírse


rodeada por mil luces.


Chispas de alegría.

-

Las pequeñas flores


de las adelfas han crecido.


Hermosa ilusión para la vista.

-

El tiempo parece inmutable,


mas avanza sin esperar.


Apariencia y realidad colisionan.

-

Otro día que pasa.


Mientras, medito sobre la nada,


y por un instante, creo atraparla.

-

Al igual que podamos las plantas,


los fracasos van podando


poco a poco nuestra vanidad.

-

Una picadura de mosquito.


Rasca que te rasca,


y al final, para nada.

-

Miro al horizonte


sin buscar respuestas


y sin hacer preguntas.

-

Una sútil melodía resuena


en mi desdichado corazón.


Las lágrimas no tardarán.

-

Tu canto, embelesa,


emociona y hace soñar.


Oh, la inmensidad...

-

Unas notas tristes


en la oscura noche


que hacen cerrar los ojos.

-

Las librerías son cementerios,


y los libros cual tumbas.


Descanso entre palabras.

-

Las disputas de este mundo


son semejantes al polvo.


A nadie le importan.

-

La melancolía vive en mí.


Si no fuera por ella,


mi casa estaría deshabitada.

-

En la oscuridad me cobijo,


y espero, con incertidumbre,


al silencio tras el camino.

-

Caer en el abismo


resulta inevitable.


Disfrutaré del paisaje.

-

Sobre el cielo


dos deidades pugnan


por el principio y el fin.

-

Un atardecer sombrío,


un descanso necesario.


Todo nace y muere.



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