domingo, 14 de enero de 2024

Versos desdichados

 - Mensaje lunar


Cuando llega la noche, afloran 

mis sentimientos colmándome

de amarguras y resentimientos

que me inflaman de secretas melancolías


Desde lo alto, la luna velada por las nubes

es testigo de esta tristeza tan mía

que tengo clavada en el pecho

cual herida producida por algún dios.


Tanto destino como azar se mutan

en algo similar, que cuelga de las ramas

de los árboles, zarandeadas por un viento

al que algunos llaman triste capricho.


- Paraíso lejano


Tengo el corazón cercenado,

y por eso no dejo de andar en soledad.

Mis pasos contemplan lo mismo

que mis ojos, y mis apagados latidos


siguen el mismo desacompasado ritmo

que mis piernas en su incansable sendero

Allí, en lo alto, hay tanto vacío...

Ahí, mas adelante, hay tanta pena...


¿Escucháis ese triste canto lejano?

Son mis quejas ante lo irremediable.

¿Véis aquella figura sombría que se aleja?

Es mi vida que se pierde cada segundo.


- El consuelo de un extraño ser


Hay un abismo muy profundo, un foso

inmenso tan oscuro, que se encuentra

en algún recóndito lugar entre espesos

bosques donde no llegan los amaneceres


Sólo es visible durante el atardecer,

cuando las únicas iluminarias

que se encuentran por el camino

son aquellos resplandores lunáticos.


Es en ese momento, cuando se asoma

un extraño ser, una figura tan poco

definida que resulta díficil decidir

si es un espíritu moribundo o un vivo entristecido


Ay, cuanto me duele el pecho,

cuantas penas me atosigan la garganta

y hacen saltar mis lágrimas condenadas.

Sólo la brisa nocturna me alivia.


- Paseos del pasado


Hace algunos años, completamente solo

atravesaba riscos y montes a paso lento

y meditabundo. Pensaba acerca 

del curso de todas las cosas y su rutina.


Ahora ya ese paisaje desértico 

no se encuentra ante mí, ha desaparecido

Pero esa soledad que entonces sentía

todavía permanece latente aquí.


- Otra senda


Las sendas del hombre son caprichosas

y sus maneras harto azarosas.

Cuando creen que andan erguidos,

en verdad se arrastran por los suelos.


Se quedan con la apariencia y la falsedad

teniendo en su mano realidad y verdad.

Buscan el constante aplauso, 

quedándose ellos con las lágrimas,

y cuando son felices celan el ser importantes


En verdad, nunca comprenderé sus designios

ni deseo comprenderlos para contaminarme.

Prefiero ir por otro camino que sea

allende a la pausa y al silencio.


- Mi amiga la niebla


Hoy ha amanecido con niebla,

la cual ha ido dispersándose tenuemente

a través de los diversos caminos 

del hombre. Todos palidecen, se entristecen.


Mientras tanto yo, la contemplo 

con manifesta admiración 

al considerarla una suerte de hermana

mía, pérdida con los años.


Cuanto quisiera llegar a fundirme

con ella, a ser indestingible de aquella

agua húmeda. Y con ello, provocar

esa melancolía que a todos desconcierta.


- Fantasma


Es una noche plagada de brumas,

tan oscura ella que sólo deja entrever

una blancura luminosa colgada

y sostenida por un ente invisible.


Siluetas se observan a los lejos

tan tempranas como gritos ahogados

en una madrugada hechicera, lamentos

olvidados pertenecientes a otros tiempos.


Las gentes huyen, no desean ser

atrapados por la manta danzarina

que obnubila a cada parpadeante estrella.

Soy un espectro en la niebla.


- El regreso


Entre la espesura, contemplo, 

el sucederse de los millares de seres.

Puedo ver como estos nacen, 

se estrechan, menguan y finalmente perecen.


Siempre se trata del mismo cambio

inserto en la naturaleza de las cosas,

procede de un núcleo sutil que provoca

esa efímera danza eterna y universal.


Yo aburrido, ya me he cansado de mirar

la misma escena desde hace varios siglos

Quisiera que hubiera por fin algún tipo

de final: regresar a la Madre.


- Melancolía campestre


Lamentos lejanos se escuchan 

de soslayo en los tórridos campos.

Tanta es su melancolía, innúmera

su desolación que lloran con el viento.


Se verá una solitaria brizna de hierba

florando en los montesinos acantilados

que llegará a ese recóndito rincón

donde algún desgraciado enciende una vela.


- Lágrimas nocturnas


En mi soledad fluye el pensamiento

de eternizar este segmento de tiempo,

y aún a sabiendas de tal imposibilidad,

juego en mi mente con este fabular.


Por un instante, esta imagen se congela

y nace un momento aletargado,

se va disipando en la medida que soy

consciente de su presencia desfalleciente


En esta noche, yo junto a las sombras

espero ese alumbramiento indeterminado,

aquella estela que va clavando en mi

pecho y que siempre acaba invocando

                        [ lágrimas en profusión 


- Olvido


Veo pasar los años cual si cada uno

de ellos fueran motas de polvo

suspendidas en los estrechos 

recovecos de mi destartalada habitación.


Olvido lo que es el tiempo, la distancia

y lo que separa todas las cosas.

Llegará el momento en el que me señalen

y no sepa a quién se refieren.


- La sabiduría enterrada


Ensimismado ante mis libros, imagino

que estos me hablan en forma de susurros

narrándome su sabiduría encerrada

en esa especie de sedoso ataúd.


Mi biblioteca se asemeja a un cementerio

donde la muerte está mas viva que la vida,

cuyo núcleo ancestral palpita con el

deslizarse de sus páginas, cual olas.


Todos los conocimientos desperdigados

en forma de huellas de tinta, salpicados

de lirismo y sobriedad insospechada.

Sólo a través de melodías se les entiende.


Danzan como mujeres locas las palabras,

desnudas de ornamento, carentes

de pretensiones de fama o de grandeza.

Yo, camino entre ellas, como un muerto más.


- La música del silencio


Desde mi corazón, suena una nota triste.

Tan triste que ya empieza a desafinar,

a languidecer como un instrumento

amortajado, olvidado de partitura.


Todos tocan la misma canción, sin cesar.

Ya me cansan sus ritmos y viejos acordes

Quisiera que todos parasen de tocar,

se detuviesen en este instante,


para que comenzará a sonar un no-sonido

proveniente del silencio y la ausencia.

Una melodía así es lo que necesito:

aquella que anuncia el final de la orquesta


- Perpetua oscuridad


Bajo el influjo del tiempo, nosotros

y las cosas naturales nos degradamos.

Sin ser capaces de evitarlo, un eterno

proceso de caducidad come nuestra piel.


Pero, algo hay tras toda esta armadura

aparencial e inexistente que se oxida,

algo con un hálito universal concretado

en esta infinita noche sin final.


- Declaración


No sé si soy poeta, o sólo me dedico

a escuchar al demonio interior

que me susurra versos incomprensibles,

palabras lanzadas al azar de mis desgracias.


Tampoco sé si escribo poemas, 

o simplemente es mi mano inspirada

que se desliza trazando manchas negras sobre un fondo que está nevado.


Desconozco este misterio llamado poesía

mas mi única certeza es el saber

que a través de estos renglones

me despedazo para nacer de nuevo.


- Confesión


Me declaro un completo ignorante

que sólo sabe vagar libremente

por lugares que no osan ser pisados

por la mayoría de las urbanas gentes.


Soy un estúpido al que se le ha olvidado

hablar, escuchar, oler y moverse,

pero que todavía guarda en su memoria

los paseos en el campo y algunos versos.


Reconozco mi ingenuidad, mi falta

de intelecto como así mi perspectiva vital.

Aún conservo cierta dignidad

que reverencia silencio y belleza a la par.


- No-yo


Lanzo suspiros a la brisa nocturna,

y al suspenderse en el rayo de luna

acaban convirtiéndose en escalas

sucesivas de un vaho congelado.


Son mis sueños y mis recuerdos,

que se quedan eclipsados por la oscura

hermosura que encubre la noche.

Las estrellas son testigos.


Así como también lo son cada ser

invisible que pobla los espacios

consecutivos, que se deleitan

con desgracias y alegrías sin discriminar.


Ah, en estos momentos tan hechiceros

sólo quisiera retornar a mi naturaleza

original, fundirme con todo y con todos

y dejar de ser un yo encerrado.


- Enfermedad


Con el cuerpo enfermo, derrumbado,

sufro de temblores y grandes toses.

Mi cabeza es un hervidero de millares

de sensaciones, todas ellas entremezcladas...


Pero en mi interior, en mi conciencia

verdadera, algo se afina agudizándose

secretamente, y que me conduce

a los ocultos senderos de la muerte

y de los sueños


- Designios de mi caída


Los días transcurren impulsados

por un secreto viento, y sus noches

se postran bajo mi tormento, manteniendo un letargo a próposito


para tentarme a fracasar en la vida.

Las caídas sucesivan se acumulan,

se van amontonando para no dejar paso

a victoria alguna que quiera sublevarse.


Reina la oscuridad, su fuego infernal,

esa desdicha que se asoma 

en una esquina, y a la que le encanta

danzar con movimientos desacompasados


Poco importa que ría o llore, que me lance

al abismo, o que me arrodille ante

los invasores de mis pensamientos,

pues al final las consecuencias


se sucederán como ya estaba predestinado,

en segmentos alocados que fueron

lanzados por aquel adivino abrumado,

que gritaba: "¡Oh, tu destino!"


- Mis sueños


Son mis sueños puertas a otros

mundos, y quizás a otras vidas,

pérdidos todos ellos sobre las infinitas

sendas de los supra-mundos universos.


Cuando sueño, viajo hasta ellos,

y mientras me dura el cierre de párpados

vivo como uno mas entre ellos,

andando con los seres y todas las cosas.


Qué pena siento cuando tras interrumpirse

el soñar, no gozo de la suerte

de poder despedirme momentáneamente

de aquellos queridos habitantes soñados


A veces me pregunto cuando despierto:

¿Es este despertar la realidad,

o mas bien lo real es el soñar

y esta vida no es más que un sueño de un sueño?


- Cantares solitarios


En completa soledad escucho a traves

del silencio un secreto canto proveniente

de mas allá de donde lindan algunos

arboles. Se entona una desconocida


melodía que pugna con un sentimiento

de triste nostalgia, y que se desliza

por la mente y el corazón culminando

en aquello que solemos denominar alma.


Me detengo, no puedo evitar quedarme

petrificado, deseando desde mi interior

que su armonioso canto nunca cese,

que ese sea el canto de mi funeral.



- A pesar del frío


Atravieso la escarcha enfundado

en grueso abrigo recordando

pasados inviernos cuando en pareja

situación me encontraba.


Percibo un cambio, no en el ambiente

sino en mi mismo. A pesar del frío,

hay algo en mi interior, una llama

que sopla al rededor de las memorias alejadas.


En esta noche cargada de heladas

y de hierbas congeladas, late en mi

una suerte de hálito infernal

que me hace encontrar sosiego en el final.


- Claustro de la lectura


Encerrado en mi habitación, transcurren

las horas siguiendo un lento ritmo.

Completamente solo, a excepción 

de la compañia de un buen libro,


tengo profundas conversaciones

con los pensamientos congelados

de gentes que ya están muertas.

Me entiendo a la perfección con ellos.


Sepultado entre mantas, paso las páginas

en placentero letargo, dejandome llevar

por palabras colocadas con elegancia.

Todas ellas me llegan a mente y corazón.


Jamás renunciaría a este eterno deleite,

y menos por seguir el ritmo de un mundo

decadente, cargado de desdichas varias

y acontecimientos tan superfluos como banales


- Malos sueños


Cruel desdicha es alimentarse 

de diversas fantasías, pero es todavía

más funesto el caer en los derroteros

que construyen en este efímero mundo.


Mejor sería vivir en la apariencia

de nuestra mente, que aquella 

es tomada por la realidad misma

siendo la pesadilla de algún diosecillo.


- Dentro/fuera


Tengo un mundo interior inmenso,

que reniega de salir al exterior.

Pienso que las palabras cuando salen

de ese foso profundo, se degradan,


se convierten en mentiras destinadas

para los demás fenómenos del mundo.

Por eso callo, hermanado con el silencio,

guardo esos pensamientos y sentimientos


que evocan en mí paraísos insatisfechos,

bondadosos mundos imaginados.

Quiero seguir aquí, encerrado en mí

y evitar salir allí donde todo se consume.